Las películas basadas en videojuegos no tienen que ser una mierda. Por lo general lo son pero tenemos ejemplos claros de que a partir de un videojuego se puede hacer una película decente y entretenida. Estoy hablando de películas como "Silent Hill", la primera "Resident Evil" o "Max Payne", que sin ser peliculones y sin respetar al cien por cien los argumentos de sus respectivos videojuegos te hacen pasar un buen rato.
Lo que los productores y directores de cine no quieren que sepamos es la razón por la cual la mayoría son una chustra infumable. La industria del cine se mueve por el dinero, eso es una verdad como un templo y no es exclusiva del genero de las adaptaciones de videojuegos. Pedro Almodovar o Woody Allen son claros ejemplos de gente que piensa en vivir de las subvenciones de gobiernos y escriben putas mierdas disfrazadas de dramas sociales o comedias pseudointelectualoides. Estaréis pensando que los frikis de los videojuegos no son un público potencial lo suficientemente grande como para ir comprando derechos de sagas míticas y destrozarlas en el paso al celuloide y es que en efecto no lo somos y ahí es donde viene el secreto que nadie quiere que conozcamos.
Todo empezó hará unos quince años aproximadamente, Uwe Boll andaba dando una vuelta por su Alemania natal, buscaba una manera de hacerse rico y de paso aprovechar el FP de grado medio en camarografia y guionización de serie B que sus padres habían pagado con oro nazi. Dando la vuelta e inmerso en sus propios pensamientos encontró unas ruinas muy antiguas. Como también tenía un curso CCC en lenguas muertas de ruinas alemanas (curso que hizo solo por que le regalaban una guitarra) no le costó mucho desencriptar el mensaje que las ruinas escondían en forma de jeroglíficos. Contaban la leyenda de unas riquezas infinitas y cantidades casi insultantes de mujeres vírgenes a la par que muy abiertas de mente sexualmente que serían otorgadas a la persona que rodara la peor adaptación de una serie de videojuegos de la historia. Ni corto ni perezoso Uwe fue en busca de una licencia para guionizar y conseguir su preciado tesoro. Eligió "House of the Dead" para partir ya de una base nefasta. Aunque le salió un producto infumable no vio más que una cantidad normalita de dinero (que en la industria suele rondar el gritón de dólares) y ninguna mujer. Sin perder la fe lo intento las veces que hizo falta: "Alone in the dark", "Bloodrayne", "Portal" y "Farcry". Otros directores se unierón a la busca del mismo objetivo y eso se tradujo en otras putasmierdas con nombre de videojuego como: "Doom", "Hitman", "Dead or Alive", "Tekken" y "Prince of Persia".
Uwe y compañía se preguntaban el porque de que escribiendo semejantes truños no recibieran su merecida recompensa. Nuestro colega teuton se puso a estudiar entonces sobre el asunto y descubrió que no había sido el primero en intentar semejante epopeya. Ya se habían rodado videojuegos con anterioridad con el objetivo de cumplir la profecía. Se entrevistó con los directores de "Tomb Raider", "Mortal Kombat", "Final Fantasy: la fuerza interior", "Street Fighter"...
De dichas entrevistas no sacó nada en claro, siempre la misma historia; Gente que descubría la leyenda, intentaba conseguir las riquezas y las mujeres y se encontraba con vapuleada de crítica y público en su lugar.
Así llegamos a la actualidad, Uwe a perdido la fe en la leyenda e intenta recuperar algo de prestigio como director mientras otros le toman el relevo (vease Paul W.S. Anderson) pero yo se la verdad: Ni Uwe ni nadie cumplirá la profecía porque la profecía ya fue cumplida. Estoy hablando de una película tan mala que fue erradicada del subconsciente de la mayoría de los seres racionales de este planeta, una película tan mala que es el equivalente muggle a Voldemort, la gente no habla de ella por miedo a que la pongan en la tele. Esa peli es:
CHAN!!!CHAN!!!
En efecto Anabel Jankel y Rocky Morton se llevaron el dinero y las chorbas por su trabajo en "Super Mario Bros". La prueba de ello es que después de estrenar dicho bodrio no han vuelto a hacer nada en la industria audiovisual, están viviendo en las Islas Caimán, follando a todas horas y riendose del bueno de Uwe Boll